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El gavilán común (Accipiter nisus)[3][n. 1] es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae, presente en muchas zonas de Eurasia —desde la península ibérica y el norte de África hasta Japón y Vietnam—. Las partes superiores del macho adulto son de color gris azulado y el dorso presenta franjas anaranjadas; la hembra y los jóvenes son marrones en el dorso y tienen franjas de dicho color en el pecho y vientre. Es una de las especies de ave con mayor dimorfismo sexual respecto al tamaño: la hembra es un 25 % más grande que el macho. A pesar de ser un depredador especializado en las aves del bosque, el gavilán puede hallarse en cualquier hábitat y en las ciudades con frecuencia caza pájaros de jardín. El macho se alimenta de especies pequeñas, como los páridos, fringílidos o paséridos. Las principales presas de la hembra son los túrdidos y estúrdidos; también es capaz de matar aves con un peso superior a 500 g.
Existen siete subespecies, que varían ligeramente en tamaño y colores del plumaje. Habitan en regiones templadas y subtropicales del Viejo Mundo. Las subespecies que residen en el norte migran hacia el sur por el invierno, en cambio las que viven en el sur son residentes todo el año o no participan en los movimientos de dispersión. Se reproduce en zonas boscosas de cualquier tipo y construye el nido, que llega a medir hasta 60 cm de diámetro, en la parte alta de los árboles con ramitas. La hembra pone cuatro o cinco huevos de color azul claro con manchas marrones. El éxito de la cría dependerá del trabajo del macho para mantener elevado el peso de la hembra. Los polluelos nacen después de 33 días de incubación y abandonan el nido después de 24 a 28 días.
Poco más de un tercio de los jóvenes sobrevive el primer año, pero la tasa de supervivencia para los adultos de un año a otro es del 69 %. La mortalidad entre los machos jóvenes es más alta que la de las hembras jóvenes, y la duración de la vida típica en ambos sexos es de cuatro años. Esta especie es una de las rapaces más comunes en Europa, aunque las cifras se han derrumbado después de la Segunda Guerra Mundial. El uso de insecticidas organoclorados, desarrollados principalmente para el control de plagas, se extendió en las poblaciones de aves durante la segunda mitad del siglo xx y la concentración empleada fue suficiente para matar a algunos gavilanes o debilitar a otros. Las aves afectadas ponían huevos con cáscaras frágiles que se rompían durante la incubación. Desde la prohibición de estas sustancias químicas, la población se recuperó y se convirtió en relativamente común. En la actualidad está clasificada como de preocupación menor en la Lista Roja de la UICN.
El comportamiento rapaz del gavilán le hizo entrar en conflicto con los humanos por cientos de años, sobre todo con los propietarios de palomas de carreras y los criadores de aves de corral o aves de caza. También esto ha implicado la disminución de las poblaciones de pájaros cantores. La investigación científica no ha establecido un vínculo entre el aumento poblacional de los gavilanes y los descensos en algunas aves de campo o de bosque después de la Segunda Guerra Mundial. Estudios sobre muertes de palomas de carreras demuestran que los gavilanes son responsables de menos el uno por ciento de las pérdidas. Los cetreros utilizan al gavilán desde el siglo xvi por lo menos; si bien la especie tiene la reputación de ser difícil de entrenar, también es elogiada por «su valentía». Es representiva de las mitologías germana, griega y egipcia, y se menciona en las obras de algunos escritores como William Shakespeare, Alfred Tennyson y Ted Hughes.